El clásico del 10
La plusvalía de sentir la camiseta
Decirles que el partido del domingo va a ser una prueba de fuego para Diego Forlán es decir algo que ya se sabe. Ese delantero blondo que otrora deslumbrara a propios y a extraños en el futbol de Europa, ya devenido en leyenda, tendrá ante Nacional uno de los desafíos más grandes de su carrera.
"Yo solo besaría el escudo de Uruguay y de Peñarol" dijo el futbolista en análisis, cuando aun anotaba en competiciones continentales. No podemos decir que Forlán llega en la plenitud de su carrera, pero ha sabido regalarle en poco tiempo al hincha la ilusión de volver a tener un jugador "diferente" adentro de la cancha.
Si a eso le sumamos los valores peñarolenses que el hombre lleva arraigados en su apellido, estamos a solo una tarde inspirada del 10 para que el Centenario vuelva a gritar su nombre.
Forlán esto lo sabe muy bien, por sus pies pasa el futbol del decano del Uruguay. Para tener éxito va a tener que conectar muy bien con Luis Aguiar (esa usina de futbol ambidiestro e irracional que tanto nos gusta), otro jugador que se potencia con la rayada y ante el tradicional rival.
La mágica jugada en Belvedere pareció renovar un vigor en el futbolista y en el equipo. Ahora se siente que dentro de la cancha hay un futbolista capaz de alterar completamente el juego cuando tiene la pelota un par de segundos en los pies.
Ante Villa Teresa vimos un poco más de ese Diego Forlán, ávido, calculador e inspirado que tan bien hace al futbol del equipo de Bengoechea. Sumando dos asistencias y aportando el cuarto gol con un magnifico remate de primera tras una gran jugada de Aguiar; Diego espera el derby en su mejor momento desde su llegada a Peñarol.
La cantidad de fechas que restan disputar y la diferencia de dos puntos que existe actualmente entre ambos equipos dejaría, de conseguir una victoria, al carbonero en una situación inmejorable para hacerse con el Torneo Apertura.
Pero obviamente el rival, va a buscar las formas de neutralizar el futbol de Peñarol presionando y siguiendo de cerca al 10. Si éste usa esa presión a su favor, puede generar los espacios que le permitan a Ifrán y/o Zalayeta mandarla a guardar.
Por último está la mística, la camiseta y esa hegemonía histórica que nos ha distinguido de Nacional a lo largo de la historia. Peñarol tiene que tener ese plus de correr todo el partido, ir al piso mil veces y nunca bajar los brazos. Porque somos de Peñarol le pedimos a Diego además de futbol, las famosas tres G: ganas, garras y guevos.
@Iker_Monchakos