La mediocridad
Se nos terminó de ir un campeonato en el cual hicimos todo como para perderlo.
Ya pasaron algunos días desde que terminó el clásico y todavía no sé realmente cuál es el sentimiento. No sé si terminamos de perder el campeonato o si realmente lo que perdimos fue esa idea que tenía Munúa de jugar un fútbol diferente.
El equipo aquel de Gutiérrez ya dejó de existir definitivamente. El problema es que el de Munúa todavía está lejos de acentuarse y yo al menos realmente no logro entender cuál es el presente.
Veníamos de jugar contra un rival como Sud América, que nos sacó muchos más puntos en este último año que nuestro tradicional rival, de una manera que no nos dio resultado y pasamos a jugar con otro sistema táctico que no solo nunca habíamos utilizado, sino que tampoco dio resultado.
Arrancamos ganando porque los jugadores saben que son superiores a nuestro tradicional rival y salieron a la cancha a demostrarlo. Terminamos ganando el primer tiempo porque tenemos un jugador recontra clase A como el Colo Romero que cuando no lo tenemos lo extrañamos como el agua.
Nos fuimos al descanso con un resultado tal vez injusto por lo que había sido el trámite, aunque después del gol tuvimos la chance que el palo no nos dejó, de irnos con un resultado más amplio y prácticamente definitivo.
Nos fuimos ganando porque Papelito lo sacó a pasear al malo de Píriz (nunca vi jugar tal mal a un jugador tantos clásicos seguidos). Nos fuimos ganando porque en los cásicos no importa el trámite, importa que siempre seamos más porque ellos saben que habitualmente les va mal.
Todas esas ventajas fueron las que no pudo o no quiso aprovechar Munúa, que salió a jugar contra un rival muy inferior como si no lo fuera. Que se olvidó que en la última final, estos mismos jugadores le pintaron la cara a muchos de estos mismos jugadores rivales.
Planteó un equipo de demasiada marca, con jugadores que no rinden y que solo a él le convencen, como es el caso de Abero, un lateral llevado a volante que es lento, no marca, no aporta en ofensiva y suele terminar mal casi todas las jugadas.
Ni bien el Colo la mandó a guardar, una persona que estaba al lado mío me dice: "Viste, vos que sos un negativo". Como si el gol pudiera cambiar mi pensamiento de que definitivamente no me gustaba nada el equipo ni el planteo.
Al final el partido me dio la razón. Ellos con muy poco lo empataron, nosotros nos quedamos inertes en la cancha, el técnico había sacado un delantero para poner a Amaral y luego del empate se guardó a Abreu y puso a Barcia muy tarde.
Se nos terminó de ir un campeonato en el cual hicimos todo como para perderlo, a pesar de las agónicas "victorias de campeón" y la goleada ante Defensor que quedarán en la nada.
Munúa deberá rever su planteamiento y la directiva deberá enriquecer este plantel que no tiene delanteros más que su dupla titular, que cuando le falta Alonso se queda sin alma, que cuando al técnico se le antoja perchar al Seba no hay quien le aporte picardía, y que cuando el Colo Romero se lesiona el equipo pierde el corazón.
El Clausura será a remar de atrás, a terminar el Apertura lo más alto posible ya pensando en la Anual y a tratar de ponerse a tiro si queremos hacer una Libertadores decente.
Hay muchas cosas que entusiasman, pero no alcanzan si queremos volver a ganar cosas importantes.