Examen vital
Se viene un examen vital y un gran termómetro para medir a este Nacional que aún no ha terminado de concretar lo que quiere el técnico.
Pasaron un par de fechas casi sin zozobras para este Nacional 2016, con un arranque como para arrasar todo el año sin despeinarse. Goleadas, valla en cero y el "Diente" López haciendo olvidar a Alonso en un par de minutos. Todo viento en popa hasta que llegó Wanderers, el primer rival para medir un poco más la realidad, y ya no fue lo mismo.
Polenta te puede ganar o perder un partido en una mala o buena decisión. Un pase con cierta displicencia, la bola que queda corta y a sacar del medio. Las herramientas para remontar esa situación tan adversa debían salir por primera vez en el año a la pista. Y Nacional las tuvo y pudo darlo vuelta, sufriendo demasiado sobre el final, cerca de recibir el empate y sin poder liquidarlo a pesar de las chances claras.
Un buen arranque de torneo que ilusiona, como también ilusionaban los anteriores, donde todo se derrumbó cuando tuvimos golpes coperos. Este Nacional tiene de todo para pelear el Uruguayo, sabe incluso que debe pelearle el campeonato a un equipo al que generalmente le gana todas. Pero eso ya no alcanza, lo de entrecasa empieza a aburrir y la banda hace rato que quiere la Copa.
El sistema de juego de Munúa ya tiene suficiente laburo. Los pies de Conde, el reloj de Porras, la leche de los de la cantera en el medio y un goleador infalible como el "Conejo" López, infernal como cuando se fue y compatibilizando aún más que Alonso en este sistema que pretende el técnico.
A estos se le suma el Colo Romero en un sensacional momento, las no lesiones de Fucile y lo que puedan aportar Papelito y Nacho. Todos jugadores de excelente nivel y que vienen entrenando hace rato con las ideas del Negro.
Por si fuera poco se trajeron muy buenos jugadores como Mauricio y Cabaco, dos animales que arrancaron jodidos pero que, de ponerse bien físicamente, seguramente sean titulares en la mayoría de los partidos, aportando esa seguridad en el fondo que no hemos tenido en los últimos campeonatos.
Es momento de medirse bien alto. Enfrente los "canallas" de Rosario, hoy en día el mejor equipo para mi gusto del torneo argentino y del pasado también, incluso haciendo una excelente Copa Argentina.
Rivales con los que a Nacional habitualmente le va bien, pero mejor le va jugando de visita. En 2003 no perdimos ni acá ni allá con el súper Boca de esas épocas. A parte de ese equipazo volvimos a cruzar en 2007 y lo dejamos afuera de la Sudamericana con Palermo, Palacio y Riquelme incluidos.
En 2009 le hicimos 3 a River en el Centenario y allá fue 0 a 0 y le pintamos bastante la cara (aquella noche de 10 mil bolsos en Núñez). Con el Banfield campeón 2011 de Erviti, James Rodríguez y compañía empatamos 2 a 2 en Montevideo y le ganamos 2 a 0 en Banfield.
La última victoria resonante fue la de La Bombonera con el inolvidable gol de Scotti. También le habíamos ganado al Argentinos Juniors campeón 2010 en La Paternal, aunque en el Parque perdimos 1 a 0. Como también perdimos con Newell's, Estudiantes y Boca (el día que Alonso erro el penal).
Sin dudas que nos queda bien ir de visita, ellos vuelven a la Copa con mucha ilusión y tienen un gran equipo. Nacional debe dar una prueba de fuego, mostrar realmente para qué está y ver cómo bancan algunos que físicamente vienen sufriendo bastante, pero que han arrancado bien el año, como es el caso de Fucile.
El Gigante de Arroyito va a ser una caldera. 3 mil almas bolsilludas estarán ahí también haciendo de las suyas, como de costumbre, y dándole fuerza en cada pelota y en cada pique a los nuestros.
Semana clave con otro fin de semana duro y Copa a la vuelta contra el siempre difícil River de Carrasco. Se viene un examen vital y un gran termómetro para medir a este Nacional que aún no ha terminado de concretar lo que quiere el técnico.