La mediocridad II

Munúa, quien hace rato juega con la paciencia del hincha, se la jugó con un equipo alternativo y dejó tres puntos que no estaban en los planes.

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Cuando arrancó el año, un amigo me mando un mensaje preguntándome qué opinaba del tema Iván Alonso. Y le dije que en esta copa nos vamos a ver las caras con River en alguna instancia y ahí vamos a ver quién tiene razón, quién estuvo bien o mal y si nos favoreció o los favorecidos son otros.

A lo que mi amigo respondió: "Qué positivo que empezaste el año", teniendo en cuenta obviamente la calentura y la desazón con la que terminamos el año pasado los hinchas.

Y la verdad es que este Nacional con Fucile al 100x100, con una zaga de altísimo nivel y con suplentes que pueden llegar a mostrar algo parecido a lo que habitualmente muestra Polenta. Con un equipo que ya se recita de memoria y con el altísimo nivel del Diente, ilusiona y bastante.

Por eso no es casualidad lo mostrado en Rosario, contra un equipo que este fin de semana volvió a golear en Argentina y que demuestra que es el mejor equipo de la actualidad en el fútbol de enfrente.

Pero, si todo eso que tiene de bueno este Nacional 2016 lo dejás afuera del plantel, volvemos a ser lo mediocre que fuimos en 2015. Con un Eguren jugando como un ex, con Nacho paseando por la cancha sin pena ni gloria, con un Mascia demostrando las pocas ganas que habitualmente muestra y con un equipo que vuelve a jugar a nada.

En esa charla con mi amigo, también tocamos el tema del brasilero Garmalho, que si no fuera por el respeto que le tengo a De León te diría que es otro nuevo paquete, que a cuatro fechas del torneo todavía no sumo un minuto y que viene de jugar en un equipo de Florianópolis (¿!).

Esto hace que la situación se parezca más aún a la del año pasado, que cuando no jugaba Alonso no teníamos delantero suplente que se le arrimara un poco a su nivel.

En este contexto Munúa sorprendió a todos colocando a un equipo del medio para adelante totalmente suplente. Con una defensa que tranquilamente puede ser titular, con Cabaco y Mauricio desde el arranque teniendo en cuenta que no van a estar por expulsión en el próximo partido, y con los juveniles Olivera y Cavanna (de buen partido ambos) en los laterales. Hasta ahí todo bastante normal.

En el medio Eguren, que cometió una falta de debutante y dejó al equipo mucho rato con uno menos. Al lado Felipe Carballo, con muy buen desempeño y corriendo solo durante mucho tiempo.

De ahí para arriba un desastre: Nacho no aportó nada, lo mismo Tabó (a quien jamás vi jugar bien en Nacional), Barbaro lo mismo y Mascia que demuestra la falta de ganas habitual y la falta de motivación normal que quizá le provoque no ser nunca titular y cuando lo hace no realizarlo de buena forma.

Eso, sumado a lo malo del piso del Suppici, hicieron que Nacional fuera un desastre este domingo, mejorando algo con la entrada del Diente pero sufriendo mucho el hombre de menos, marcando muy mal atrás en los minutos finales y perdiendo bien el partido.

La gente acompañó, sigue gastando lo que no tiene, viajó dos veces a Maldonado, una a Rosario y ahora a Colonia, sumándole los precios de ópera del Parque Central para el próximo partido por la Copa. La gente responde y deja la vida y el bolsillo en los dos frentes, cosa que al parecer este equipo de Nacional no puede hacer.

Hoy había que ganar, este campeonato es un mano a mano con el equipo de enfrente y su derrota del sábado obligaba a Nacional a ganar y priorizar el hoy por sobre todo lo demás.

Pero no fue así. Munúa, quien ya juega con la paciencia del hincha hace rato, se la jugó con un equipo alternativo y dejó tres puntos por el camino que no estaban en los planes y que pueden pesar muchísimo en el final del torneo.