El lado bueno
Al finalizar los partidos con River y Juventud, me quedaron un par de conclusiones claras.
Este Nacional no tiene nada que envidiarle a nadie a la hora de jugar mano a mano, pero tiene un problema muy grande cuando el rival no sale a jugar.
La falta de un 9, la no consolidación de Nacho para jugar de 10, los serios problemas en la pelota quieta ofensiva y la falta de rematadores de larga distancia hacen que a este equipo le cueste horriblemente desarmar defensas sólidas.
Es verdad que no hay que quedarse solamente con los resultados, es verdad que no hay que dejar de reconocer el rendimiento o lo que cada uno merece, pero en el fútbol el resultado manda, y si jugás mejor, merecés más, reventás los palos y los jueces no te cobran goles que son y no ganás, lo otro de nada sirve.
Obviamente que cuanto más y mejor lo hagas, más chances tenés de conseguir la victoria, pero si esta no llega, ahí es cuando el técnico debe buscarle la vuelta y tal vez cambiar la receta, de lo contrario todo termina siendo una excusa.
Ese es el debe que tiene este equipo de Munúa, pero que también lo han tenido los equipos anteriores de esta última década.
Triunfos como los de ayer en Brasil hubo varios, será por eso de que a los uruguayos nos gusta ir de punto o que nos agrandamos en las difíciles, o por eso de que nos gusta más ver qué hacen los demás y responder y sufrimos mucho cuando tenemos que proponer.
Hace un par de columnas había enumerado algunas situaciones principalmente contra equipos argentinos, con los que habitualmente obtenemos buenos resultados jugando de visita pero que nos cuestan mucho cuando los recibimos en casa.
Sin embargo con los brasileros habitualmente pasamos un poco peor cuando vamos a visitarlos, aunque también hubo de las otras. Me acuerdo de un victorión contra Corinthians allá por el 2002 o la última con Gallardo como técnico cuando le ganamos a Vasco en Rio también por 2 - 1.
En esas dos ocasiones terminamos quedando afuera en primera fase por no poder ganar partidos claves de local. Otro fiel ejemplo fue la copa Libertadores dirigida por Carrasco donde perdimos con Argentinos Jrs en el Parque y no pudimos pasar del 0 - 0 en el estadio con América de México y también quedamos afuera.
En 2008 no pudimos ganarle a San Pablo en el Parque en octavos y tras perder en Brasil quedamos afuera, o aquella, tal vez la más notoria, cuando le ganamos a Liga de Loja en Ecuador 1 - 0 y luego de perder 2 - 1 en el estadio otra vez la vimos pasar.
Esto no quiere decir que lo de anoche no haya sido “hazañoso” y no quiero sacarle merito a los jugadores que metieron como leones y ganaron un partido tras muchísimas adversidades, pero la realidad es que si no te hacés fuerte de local, estas victorias no sirven de nada.
Nacional jugó como debía, metiendo pero intentando algo más cuando tuvo la pelota, demostró que con espacios este equipo es peligrosísimo y tal vez por eso es que los rivales se cierran tanto cuando Nacional juega de local y no le regalan nada.
Es una victoria que por cómo quedó la tabla, puede generar que el partido con Palmeiras de vuelta tenga otras característica ya que ellos están más necesitados de la victoria que nosotros, que con un empate, quedaríamos a una victoria de meternos en próxima fase y con dos partidos prácticamente de local, y con el plus de que el último puede ser con un Rosario Central ya clasificado.
La fe sigue intacta como cada día, ojalá que la semana que viene se rompan todas estas estadísticas y al finalizar la etapa podamos decir que la banda se fue eufórica del Parque tras una victoria como hacía mucho no se conseguía, ¡ojalá!
La falta de un 9, la no consolidación de Nacho para jugar de 10, los serios problemas en la pelota quieta ofensiva y la falta de rematadores de larga distancia hacen que a este equipo le cueste horriblemente desarmar defensas sólidas.
Es verdad que no hay que quedarse solamente con los resultados, es verdad que no hay que dejar de reconocer el rendimiento o lo que cada uno merece, pero en el fútbol el resultado manda, y si jugás mejor, merecés más, reventás los palos y los jueces no te cobran goles que son y no ganás, lo otro de nada sirve.
Obviamente que cuanto más y mejor lo hagas, más chances tenés de conseguir la victoria, pero si esta no llega, ahí es cuando el técnico debe buscarle la vuelta y tal vez cambiar la receta, de lo contrario todo termina siendo una excusa.
Ese es el debe que tiene este equipo de Munúa, pero que también lo han tenido los equipos anteriores de esta última década.
Triunfos como los de ayer en Brasil hubo varios, será por eso de que a los uruguayos nos gusta ir de punto o que nos agrandamos en las difíciles, o por eso de que nos gusta más ver qué hacen los demás y responder y sufrimos mucho cuando tenemos que proponer.
Hace un par de columnas había enumerado algunas situaciones principalmente contra equipos argentinos, con los que habitualmente obtenemos buenos resultados jugando de visita pero que nos cuestan mucho cuando los recibimos en casa.
Sin embargo con los brasileros habitualmente pasamos un poco peor cuando vamos a visitarlos, aunque también hubo de las otras. Me acuerdo de un victorión contra Corinthians allá por el 2002 o la última con Gallardo como técnico cuando le ganamos a Vasco en Rio también por 2 - 1.
En esas dos ocasiones terminamos quedando afuera en primera fase por no poder ganar partidos claves de local. Otro fiel ejemplo fue la copa Libertadores dirigida por Carrasco donde perdimos con Argentinos Jrs en el Parque y no pudimos pasar del 0 - 0 en el estadio con América de México y también quedamos afuera.
En 2008 no pudimos ganarle a San Pablo en el Parque en octavos y tras perder en Brasil quedamos afuera, o aquella, tal vez la más notoria, cuando le ganamos a Liga de Loja en Ecuador 1 - 0 y luego de perder 2 - 1 en el estadio otra vez la vimos pasar.
Esto no quiere decir que lo de anoche no haya sido “hazañoso” y no quiero sacarle merito a los jugadores que metieron como leones y ganaron un partido tras muchísimas adversidades, pero la realidad es que si no te hacés fuerte de local, estas victorias no sirven de nada.
Nacional jugó como debía, metiendo pero intentando algo más cuando tuvo la pelota, demostró que con espacios este equipo es peligrosísimo y tal vez por eso es que los rivales se cierran tanto cuando Nacional juega de local y no le regalan nada.
Es una victoria que por cómo quedó la tabla, puede generar que el partido con Palmeiras de vuelta tenga otras característica ya que ellos están más necesitados de la victoria que nosotros, que con un empate, quedaríamos a una victoria de meternos en próxima fase y con dos partidos prácticamente de local, y con el plus de que el último puede ser con un Rosario Central ya clasificado.
La fe sigue intacta como cada día, ojalá que la semana que viene se rompan todas estas estadísticas y al finalizar la etapa podamos decir que la banda se fue eufórica del Parque tras una victoria como hacía mucho no se conseguía, ¡ojalá!