Primeros auxilios

Entre nuestra falta de efectividad y muy gruesos errores arbitrales, le dimos primeros auxilios a un Peñarol complicado.

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La tabla muestra que sumamos apenas 8 puntos en 6 partidos disputados y nos ubicamos en mitad de tabla. A su vez, ya hace varios partidos que no ganamos, puesto que antes de estas dos derrotas acumulábamos dos empates.

Si bien es cierto que el rival venía de unas semanas complicadas, es justo decir que dominamos el partido en todo momento y en todas las líneas. Por supuesto, si te equivocás y recibís un gol, y por más que generes diez posibilidades no marcás ni una vez, perdés.

Por supuesto que además de ser notoriamente superiores al elenco carbonero, el juez también jugó su partido. Primero, cuando producto de la presión Juan Pablo robó una pelota y fue derribado intencionalmente por un zaguero rival en el mismo borde del área, cuando se iba directo al arco. No se decretó una expulsión indiscutible. Último recurso.

Para empezar, Fuentes no iba a sancionar ni siquiera el tiro libre. Vergonzoso. Cualquier otro término le queda chico.

El mismo defensor fue fuerte abajo contra el Toro Fernández y lo derribó. Bueno, acá tenía una chance clara para redimirse por el desastre que había cometido en la jugada anterior. Ya no fue sorpresa que no mostrara una segunda tarjeta amarilla que hubiera sido bien merecida. Al respecto de las tarjetas, nunca midió con la misma vara las infracciones de un equipo y otro. También penoso. 

Así y todo el equipo de Taramasco dominó siempre, y a no ser por unos minutos en los que cayó en el juego del rival (pelotazos y desprolijidad), intentó jugar y seguir la línea de juego que todos pretendemos.

En el primer minuto de juego del complemento, un error grave al parar una pelota nos costó un gol. Un pelotazo sin pretensiones se convertiría en la única conquista de la noche. Racing siguió haciendo lo que tenía que hacer y no sintió el impacto del gol más que para volcarse más al ataque. Los cambios también fueron en esa línea: un equipo más ofensivo.

Las chances no tardaron en llegar, pero ninguna terminó en gol. Creo que hasta los 85' habíamos tenido ocho o nueve y Peñarol una o dos, pero esto es así. Pudo llegar el empate cuando un jugador del conjunto visitante bajó la pelota con la mano adentro del área, pero Fuentes decidió no hacer caso al reglamento y no decretar el enorme penal que todos vimos.

Incluso al día siguiente quise ver la repetición, más tranquilo, pensando que no podía ser tan claro como yo pensaba. "En el estadio estás muy lejos", me dije. Era más claro aún. Papelón.

Lo bueno es que estamos acostumbrados a perder puntos por desaprovechar oportunidades propicias de gol y "errores" arbitrales. Habrá que seguir trabajando y apoyando porque falta mucho y el sueño de la copa internacional está latente.

Este fin de semana nuevamente nos perjudica una medida que no debería afectarnos, ya que el sancionado es el club rival por los desmanes que su hinchada realizó. Algún día cambiarán las cosas en el fútbol uruguayo; mientras tanto a escucharlo por radio. ¡Vamos Racing!