El plantel cumplió y con una victoria clásica maquilló un Apertura para el olvido.

Tras dos partidos sin sumar de a tres, el negro retornó al triunfo para ponerse a cinco puntos del líder.

Cuarta victoria consecutiva. Nuevamente jugamos mal, pero estamos en el grupo de los de arriba.

Castigo por no poder haber cerrado el partido, en un encuentro que se decidió mediante los doce pasos.

Como predije hace una semana, Miramar ganó su primer partido del campeonato con nosotros.

Quien diga que el del domingo es un partido más, nunca jugó un clásico. Quien diga que son tres puntos como cualquiera, miente.

El equipo logró vencer a Fénix con una excesiva dificultad y prepara con más tranquilidad la semana clásica.

Hasta este partido gozábamos de un gran optimismo, pero debemos decir que las ilusiones se esfuman al ver lo lejos que nos quedó la punta.

Como de costumbre, perdimos en casa, jugamos mal y no convertimos goles.

En un domingo de noviembre después de 11 fechas logramos ganar nuestro primer partido en la temporada.

El Tanque no pidió la hora, la pedimos los hinchas que estábamos aburridos de ver un partido tan espantoso.

Tranquilos, que baje el agua, que Almada hable en el vestuario, que la intención sea la misma. Vamos nosotros, los de afuera son de palo.